Este año, el maravilloso grupo de La Maldición del Escritor volvió a lanzar su reto de microrrelatos, y yo volví a participar con imagen propia, aunque solo fuese por la motivación.
Lo fuerte es que este año ¡incluso he ganado varios días! Pero desde luego, el mejor premio de estas cosas es participar y ver a los demás participantes, que se crea una comunidad muy buena de comentarios para animarnos y mejorar.
Además he usado de nuevo personajes de mis historias, lo que me ha dado la posibilidad de ahondar en ellos de forma más ligera. Y de que salgan ideas nuevas, como la alada y el fuego.